¿Qué es lavado de la sangre?
Consiste en una serie de reacciones nerviosas y circulatorias provocadas por frecuentes abluciones de agua fría sobre el cuerpo previamente calentada por el vapor, al sol o previa ortigadura.
Con esta denominación designo la práctica más adecuada para conseguir la purificación del fluido vital, siempre más o menos alterado en todo enfermo crónico.
Propia experiencia diaria practicada más de veinticinco años y los resultados obtenidos en miles de incurables, se autorizan denominar esta aplicación "Lavado de la Sangre sistema Lezaeta".
Esta es la aplicación del sistema de salud de Lezaeta y, su práctica cotidiana en los adultos, constituye seguro de bienestar y vida larga. Su acción en el organismo satisface la necesidad de purificar y normalizar la circulación de la sangre, en grado variable alterada en todo enfermo crónico, como lo revela siempre el examen de iris de sus ojos.
El lavado de la sangre poco tiene de común con los conocidos baños de vapor de Kneipp o Kuhne y, menos aún con los baños de transpiración sistema ruso o turco. En la aplicación que recomiendo es el agua fría la que actúa y no el calor. Éste sólo sirve para favorecer la rápida reacción y puede obtenerse con vapor, con sol o con ortigaduras de la piel de la persona.
Todo baño caliente, sea de agua o de vapor, es debilitante y, a la larga dañino, favorece la fiebre interna del vientre. En cambio en el Lavado de la sangre de Lezaeta, las frecuentes abluciones de agua fría despiertan actividad nerviosa que acelera el cambio orgánico, camino de regeneración integral del cuerpo. De aquí que esta aplicación es fortificante y tónica, nunca debilita.
Ahora, congestionando la piel con el vapor, el calor del sol o la irritación producida por ortigaduras, los órganos interiores del cuerpo quedan trabajando con un mídium de sangre, lo que les procura gran alivio y permite, aun a enfermos del corazón, asma y pulmones, aprovechar sus beneficios. Estas mismas ventajas hacen necesario este baño para conservar la salud de la persona, ya que con la ropa dia a dia afeminamos la piel y con alimentación indigesta afiebramos las entrañas, produciendo así el desequilibrio térmico del cuerpo, característico del desarreglo funcional del organismo , vale decir, de alteración de la salud.
Así pues el Lavado de la Sangre del Dr. Lezaeta produce "fiebre curativa" de la piel y combate la "fiebre destructiva" de las entrañas que, como sabemos, en grado variable es estado característico de todo enfermo, sin distinción de síntomas.
Alternando calor y frío sobre la piel se obtienen sucesivas congestiones y anemias en la superficie e interior del cuerpo, con lo que se produce un flujo y reflujo sanguíneo de su interior y viceversa, permitiendo así realizar un verdadero "Lavado de la Sangre" a través de millones de poros de la piel. Para esto se necesita aplicar ablución de agua fría rápidamente, cada 3 o 4 minutos en el transcurso de 40 a 60 minutos que dura este baño, terminando con pitón o ducha fría.
Cura de enfermedades
Sifilíticos, gonorreícos, artríticos, urémicos, diabéticos, reumáticos, enfermos de los riñones, corazón, sistema nervioso, etc., encontrarán en este baño diario su salvación, pudiendo afirmarse que sin su auxilio es imposible restablecer la salud de enfermos crónicos y desahuciados por la medicina medicamentosa y quirúrgica.
Adelgazando con el Lavado de la Sangre
Los adultos, especialmente después de 40 años , tanto hombres como mujeres, pueden tomarlo cada día e indefinidamente, como recurso para mantener la vitalidad del organismo, librándolo de las impurezas que originan alteraciones en la composición y circulación del fluído vital, causa única de presión anormal en la sangre, arteriosclerosis y otras dolencias hoy de moda en las ciudades. Se explica así que los gordos adelgacen con este baño que diariamente favorece la normalidad funcional del organismo.
Tratamiento del Lavado de la Sangre
El lavado de la sangre se toma en un cajón, dentro del cual el bañista se sienta dejando fuera su cabeza para respirar aire puro. El resto del cuerpo desnudo recibirá el vapor que sale bajo sus pies, controlándose sus intensidad con una llave al alcance de su mano derecha. La temperatura en el interior del cajón de 40 a 50 grados centígrados.
En cuanto la persona se sienta caliente todo su cuerpo, aunque no se transpire, saldrá para aplicarse abundante ablución de agua fría con una toalla que se empapa en cada pasada por la piel, volviendo al cajón sin secarse para recibir nuevamente el vapor y salir al agua fría en la forma indicada cada 3 o 4 minutos. Se pondrá fin a este con pitón o ducha fría general, vistiéndose el sujeto sin secar su cuerpo y sólo su cabeza.
Desde casa: Si no se dispone de la instalación de cajón, este baño puede tomarse en casa al acostarse, sentándose el bañista desnudo en una silla de junco, cubriendo su cuerpo desde el cuello al suelo con mantas o frazadas de lana gruesa que quedan como campana impermeable para retener el vapor sobre su piel.
Bajo el asiento se colocará un depósito de agua hirviente cuyo vapor se mantendrá activo echando en ella pedazos de ladrillos calientes cada vez que el bañista se haya destapado para aplicarse la ablución de agua fría en la forma ya explicada.
Al poner fin al baño, después de seis u ocho abluciones de agua fría, el sujeto se abrigará en su cama para ahí reaccionar y comer sólo frutas o ensaladas crudas.
También el vapor bajo el asiento puede producirse con un anafe eléctrico, pero en ningún caso se colocará carbón u otro combustible porque los vapores de la combustión son venenosos y se absorben en los poros.
Enfermedades graves: En las pulmonías, parálisis, ataques cardíacos o cerebrales y, en general, cuando el enfermo está incapacitado para moverse en el lecho, para hacerlo reaccionar mediante las seis frotaciones de agua fría, su cuerpo se calentará ortigando la piel inmediatamente antes de cada frotación, desde los pies hasta el cuello, por frente, costados y espalda, abrigando sin secar.
Si la piel está muy fría se reproducirán las ortigaduras en seco hasta obtener el calor necesario para reaccionar con el agua fría de las frotaciones.
Importante
Para terminar esta materia recordemos que la persona que no muere de accidente o vejez, sólo puede dejar de existir por "intoxicación" intestinal o medicamentosa, peligro que se aleja con el Lavado de la Sangre de Lezaeta.
Nota: Recuerda complementar nuestras indicaciones con un médico, o especialista en el tema. Siempre debe estar bajo supervisión de un profesional certificado.
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